La prevención es clave, pero cuando surgen problemas podemos ayudar
El tendón de Aquiles es el tendón más fuerte del cuerpo humano. Su propósito es conectar los músculos de la parte inferior de la pierna y la pantorrilla con el talón del pie. Este tendón es responsable de facilitar todo tipo de movimientos, como caminar y correr. Dado que este tendón proporciona una gran cantidad de movilidad a un individuo, cualquier lesión que se le inflija a este tejido debe tratarse de inmediato con un médico para evitar daños adicionales.
Las lesiones más comunes que pueden afectar al tendón de Aquiles son las roturas de tendones y la tendinitis de Aquiles. La tendinitis de Aquiles es la más leve de las dos lesiones y puede reconocerse por los siguientes síntomas: inflamación, dolor sordo o intenso, aumento del flujo de sangre al tendón, engrosamiento del tendón y tiempo de movimiento más lento. La tendinitis se puede tratar a través de varios métodos y, a menudo, se diagnostica mediante una resonancia magnética.
Una ruptura del tendón de Aquiles es más difícil de curar y es, con mucho, la lesión más dolorosa. Es causado por la rotura del tendón o por rotura completa. Los resultados son inmediatos y absolutamente devastadores, y dejarán al paciente inmóvil. Si se produce una ruptura o desgarro, se dispone de métodos operativos y no operativos. Una vez que comienza el tratamiento, dependiendo de la gravedad de la lesión, el tiempo de recuperación para este tipo de problemas puede demorar hasta un año.
Se pueden tomar medidas preventivas simples como un medio para evitar ambas lesiones. Antes de cualquier movimiento, tomarse unos minutos para estirar el tendón es una excelente manera de estimular el tejido. Las elevaciones de pantorrillas, sentadillas, flexiones de piernas, extensiones de piernas, elevaciones de piernas, estocadas y presiones de piernas son formas sugeridas para ayudar a fortalecer las piernas y promover la salud del tendón de Aquiles.
Surgen muchos problemas entre los atletas y las personas que se ejercitan demasiado durante el ejercicio o que no se calientan adecuadamente antes de comenzar una actividad. Los zapatos adecuados y cómodos que se ajustan correctamente también pueden disminuir las lesiones de los tendones. Algunos profesionales también sugieren que al hacer ejercicio, debe asegurarse de que el piso en el que se encuentra esté acolchado o tenga una esterilla, ya que esto aliviará la presión sobre los talones. Como siempre, una dieta saludable también aumentará la salud de los tendones.
Es muy importante buscar un podólogo si cree que tiene una lesión en la región de Aquiles, ya que un mayor daño podría ocasionar graves complicaciones que podrían dificultar la movilidad, si no imposible, la movilidad.
No sufras de problemas de Aquiles.
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