El tratamiento oportuno de un podólogo es clave.
Los pies planos son una condición en la que el arco del pie está deprimido, generalmente haciendo que la planta del pie esté completamente o casi completamente en contacto con el suelo. Alrededor del 20-30% de la población generalmente tiene pies planos porque su arco nunca se formó durante el crecimiento.
Tener pies planos a veces puede dificultar el caminar debido al estrés que ejerce sobre los tobillos. La alineación general de las piernas se desplaza porque los tobillos se mueven más hacia adentro, lo que puede causar algunas molestias importantes. Esto también tiene un gran efecto en las rodillas ya que muchas personas que tienen pies planos a menudo tienen artritis en esa área. Sin embargo, en muchos casos, tener pies planos no causa dolor y no debe ser motivo de preocupación en ese caso.
Para aquellos que corren, hay zapatos específicos para ayudar a realinear los tobillos con mucho más apoyo y menos pronación. El cambio de peso en esta actividad es muy rápido, por eso es importante saber si tiene pies planos al principio de su vida, en caso de lesiones en el futuro.
Los síntomas de los pies planos pueden incluir: dolor alrededor del talón o el área del arco, dificultad para pararse en el dedo del pie, hinchazón alrededor del tobillo, aspecto plano de uno o ambos pies y sensación de que sus zapatos no están uniformes cuando se usan. Una de las principales causas de los pies planos es nunca haber desarrollado un arco en el pie. Las horas extraordinarias, una gran cantidad de estrés y traumatismo en el pie pueden debilitar el tendón tibial posterior que se extiende alrededor del tobillo. Esta es la razón por la cual algunas personas con pies planos tienen dolor alrededor de esa área en particular.
La fascia plantar es un tejido conectivo en el talón que se extiende a lo largo de la parte inferior de su pie. La fascitis plantar es la inflamación de esta banda conectiva, que causa dolor en el talón y malestar general al caminar o estar de pie. Aunque la condición es completamente tratable, los métodos tradicionales pueden tardar hasta un año en comenzar a ser efectivos.
La fascitis plantar es causada por una serie de actividades cotidianas, por lo que comprender y evaluar la condición es fundamental para su manejo y tratamiento. Una de las causas más comunes de la fascitis plantar es el correr excesivamente, especialmente con zapatos inadecuados o que no se ajustan bien. Al hacer más ejercicio y correr, la fascia plantar se sobrecarga de trabajo y se sobrecarga, lo que eventualmente causa lágrimas en el tejido e inflamación. Junto con los zapatos de ajuste incorrecto, el exceso de pronación es una causa común de la fascitis plantar. Al no tener los zapatos adecuados para corregir este problema, una vez más la fascia plantar se estira demasiado y comienza a rasgarse, causando la inflamación.
A pesar de las causas comunes de la fascitis plantar, existen muchas opciones de tratamiento diferentes. Para los casos menos graves, remedios caseros conservadores, como tomar medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor, aplicar compresas de hielo en la parte inferior del pie y el talón, estirar lentamente y ejercitar los pies para volver a fortalecer el tejido y usar dispositivos ortopédicos para superar Los problemas tales como el exceso de pronación son todas formas de ayudar a controlar la fascitis plantar.
Para casos más severos, sin embargo, todavía hay cosas que se pueden hacer. La terapia de ondas de choque se ha convertido en una solución común para la fascitis plantar porque rompe efectivamente el tejido en la parte inferior del pie mediante ondas de sonido que facilitan la curación y la regeneración, permitiéndole superar el dolor crónico causado por la fascitis plantar. Incluso si esto no funciona, la cirugía siempre es una opción final. La cirugía en el tejido en sí se puede hacer para corregir permanentemente el problema y detener la inflamación y el dolor son sus talones.
No importa cuál sea el caso, sin embargo, buscar el cuidado inmediato de su podólogo es el primer y el mejor paso para la recuperación. Incluso la menor cantidad de dolor en el talón podría ser las primeras etapas de la fascitis plantar y el inicio inicial de desgarro y estiramiento excesivo de esa banda de tejido. Además de esto, debido a que el desgarre de este tejido se puede agravar si permanece ignorado, podría convertirse en un caso más grave de lo que debe ser. La solución a esto es la detección temprana y el tratamiento temprano, así que asegúrese de hablar con su podólogo sobre las posibilidades de la fascitis plantar si experimenta dolor en el talón.
No deje que la fascitis plantar no sea tratada.
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